Ya estamos en esa época de año en la que salir de casa es un poco caos. Ya las fuertes brisas y la intermitente lluvia –o fuerte, depende en el lugar del globo en el que te encuentres– son el pan de cada día y, lo cierto es que las mujeres podemos resumirlo en una expresión: #FashionDrama. La semana pasada hablé sobre cuidar nuestra piel de estos cambios climáticos drásticos, y ahora es el turno de darle chance a la moda.
Y es que, aunque con la llegada del entretiempo en septiembre, se colaron algunas prendas calientitas, no es hasta que el otoño fuerte aparece cuando nos decidimos a sacar nuestra caballería pesada: abrigos de plumas, jerseys, botas de agua, coats de lana, y otas piezas fundamentales en nuestra pelea contra las bajas temperaturas. Los días grises traen lo suyo.
Tengo que confesar que soy muy precavida cuando se despide el verano. Y no por querer caer en el juego de las tendencias, sino porque el viento fuerte y demás fenómenos climáticos me golpean fuerte. Me encantan los abrigos grandes y calientes, las botas altas y botines, pero no sin medias, los gorros y los pantalones –en esta época del año especialmente, suelo usar muchos pantalones vaqueros–, y sí, al igual que mi marca, no creo en las tendencias de turno.
Si conocen un poco sobre la filosofía de mi marca, ya sabrán que son carteras atemporales que no creen en estaciones, y así soy. Creo en que la moda es cíclica, edita el pasado, y es comfort. Me encantan los cuadros, desde los vichy hasta el tartán, pasando por los diplomáticos, y es cierto que también mi estilo coincide con lo que según la industria, solo es apto de llevar hoy. Cuadros grandes, en colores cálidos u oscuros. Y es que, combinar una paleta de color que vaya con el burgundy, verde militar y navy, podría ser una de mis pasiones, sin importar el mes o el año. Para estos meses de frío lo hago jugando con las botas, el abrigo XXL y mi cartera de Adriana Castro.
Pero no te afanes. Aunque casi es una regla que el otoño invierno es exclusivo de estos tonos, el marrón o negro, y que colores como el naranja y rosa son propiedad exclusiva del verano, lo mejor es olvidarse de regla subyacente en las revistas. El color que decidas llevar es válido en cualquier día del año, sin importar clima o lugar, así como los estampados.
Por otros lado, en el tema del calzado soy muchísimo más cuidadosa de lo normal. Me gustan las botas de agua para estos meses, y mucho. La cantidad de opciones que existen hoy en día en el mercado son increíbles: tamaños, colores, precios, siluetas, estilos… la lista sigue. Una de mis preferidas son las burgundy de Valentino, se pueden combinar a la perfección con muchos looks y colores, y sacan de apuros.
Sin extenderme más, para crear looks perfectos para protegerte del potente frío no necesitas tener un máster en moda o comprar todas las revistas del momento, es necesarios entender tu estilo, tus preferencias, y sí o sí, ser consciente que la moda no comprometa tu comodidad del día a día, y por supuesto, tu salud.
Besos a la moda,
Adriana