Soy de quienes creen firmemente que si deseas algo con todas tus fuerzas, el universo te lo da. Pero también de los que afirman que conseguirás todo lo que quieras, no solo si lo sueñas y lo deseas, sino que lo trabajas y luchas por ello. Pero sea cual sea el pensamiento correcto (y soy un poco de ambos) de lo que sí estoy convencida es que la clave está en hacerlo todo con amor. Con mucho amor. Y puedo soy prueba de eso.
Desde pequeña siempre supe que quería ser un medio para hacer sentir únicas a las personas. Claro, no fue hasta que estaba en la universidad estudiando economía que entendí que soñaba algo más, que quería algo más; así descubrí mi pasión por las carteras y mi deseo de emprender un sueño que ahora puedo llamar una realidad.
El camino como emprendedor y como independiente es tan fácil como te lo hacen creer. Estudié una segunda carrera, esta vez en Diseño de accesorios y a partir de ahí mi sueño por crear ese algo especial para todas, comenzó a tomar forma. ¿Por qué carteras? Se preguntarán muchas. Para mi estaba y está claro. Una cartera es capaz de revelar la personalidad de quién la lleva, y no solo por su diseño, sino porque esconde en ella los objetos más preciados de todas a cualquier hora del día. Es algo así como “Dime qué traes y te diré quién eres”.
A partir de ahí y de mucho trabajo, nació Adriana Castro, mi firma homónima. Un universo de fe, creatividad, personalidad, elegancia y sobretodo, exclusividad. Comencé a crear diseños para una mujer que se quiere sentir empoderada, pero dejando mi firma. Comencé a idear y fabricar piezas de lujo cuyo primer valor diferenciador son los materiales; escogí las pieles de animales exóticas. Así cada vez más lo que deseaba con todo mi corazón seguía tomando forma, y luego de tocar muchas puertas logré una de mis metas: Llegué a las ligas mayores… a Hollywood, o mejor dicho, a Sex and The City.
¿Fácil? En lo absoluto, pero valió la pena. Esa perseverancia que me ayudó a materializar mis deseos y mis metas. A materializar un sueño que recorrió un camino largo, de tropiezos y tristezas, pero también de triunfos y alegrías.
Sí, Adriana Castro, te soñé y te logré…¡Pero voy por más!.
Besos a la Moda,
Adriana