Así es como puedes mantener las manos sin daños ahora que no paras de lavártelas
Ayer la OMS declaraba que el coronavirus ya hace parte de la categoría de pandemia global. ¿La razón? En la última semana los casos de COVID-19 se han multiplicado exponencialmente fuera de China, su lugar de origen, por lo que la alerta mundial ( y social) ha saltado a su máxima potencia. Aunque su nivel de mortalidad es muy bajo, de 0,7%, países como Estados Unidos e Italia han suspendido vuelos, promovido el teletrabajo, prohibido eventos masivos donde se recluten más de 500 personas, cerrado comercios, entre otras medidas.
Pero, ¿realmente qué sabemos sobre las precauciones que debemos tomar ante este virus que se puede presentar a simple vista como un gripe? Nos han dicho que debemos evitar tocar nuestra boca/nariz u ojos/, no compartir nuestros objetos personales ni comida, si vamos a toser o estornudar debemos cubrir nuestra boca con el codo, usar mascarillas y quedarnos en casa si tenemos gripa, saludar sin necesidad del contacto físico, evitar aglomeraciones y, por supuesto, lavar nuestras manos regularmente (y usar gel desinfectante). Esta última en palabras de la OMS “Es un gesto sencillo que puede salvar vidas, especialmente en países subdesarrollados”.
Así, ante el miedo al contagio, tal vez nos encontramos en el punto en el que perdemos la cuenta de las veces que durante el día nos hemos lavado las manos. Esto hasta que la piel nos pase factura y comenzamos a notar nuestras manos secas, enrrojecidas o irritadas, como resultado de la eliminación de los aceites naturales de la dermis y el empobrecimiento de la microbiota cutánea. Por eso, es necesario cuidarlas aún más de lo que lo hacíamos antes con el fin de mantener la hidratación intacta a pesar del exceso de agua y jabón o gel desinfectante y la mezcla de todo esto.
Nuestras recomendaciones:
- Utiliza jabones que limpien y a la vez humecten la piel.
- Apuesta por agregar aceites a tu humectante de manos o a aplicar unas cuantas gotas directamente.
- Mantente hidratado… ¡Bebe mucha agua!.
- Realiza un tratamiento humectante a tus manos un día a la semana.