“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, dijo el gran escritor español Miguel de Cervantes Saavedra. Y es que así es. Cada palabra. Leer da sueños y abre la mente, y aunque muchos no lo saben es una de mis pasiones más grandes, porque abre mundos, porque tu imaginación despega, porque es cultura, porque abre un universo de posibilidades, pero sobretodo porque viajas sin necesidad de despegarte del suelo.
Mi último viaje a Madrid fueron unas vacaciones llenas de sol, búsqueda de nuevos caminos, de crecimiento personal y de historias. Esas historias que bien se encuentran en sus calles, en un buen vino, en una noche de tapas o en una biblioteca…en las hojas de un buen libro. Mi parada obligada cada vez que visito esta ciudad es el Hotel Wellington. Es el lugar ideal por cada detalle, comenzando por la atención de 10 y por los tesoros literarios que yacen en su primer piso. Esta vez pude recorrer sus pasillos sin tanto encima gracias a que el buen tiempo me sonrió: en shorts y sandalias –cero abrigos–, combinado simplemente con un clutch de Adriana Castro y mi maquillaje preferido de Smashbox.
Disfrutar de una buen café y leer, eso es vida.