Hay objetos de deseo que son eternos –como el Chanel No.5, un bolso Birkin de Hermés, o un trench coat de cuadros firmado por Burberry–y otros, que se convierten en necesarios cuando aparecen como por arte de magia. Yo soy fiel a los primeros, pero estoy creando fascinación por los segundos, sobretodo por los que van más allá de lo utilitario, sino que te marcan el corazón y te ayudan a alzar la voz que se nos olvida muchas veces usar en pro al mundo. Sé lo que están pensando, y no, no soy filósofa pero quise aportar mi grano de arena a celebrar la diversidad, por eso ideé un clutch perfecto que gritara a voces: I Am An Immigrant! (Soy un Inmigrante).
Mi nombre es Adriana Castro y soy una inmigrante. Al terminar la escuela viajé de Colombia a Estados Unidos para estudiar la universidad y vivir mi sueño americano. Ahí he vivido los mejores momentos de mi vida, laborales y personales a partes iguales, he conocido personas maravillosas, he convertido mi pasión en mi trabajo, y trabajo por mi y por mi nuevo país como cualquiera de los nacidos en este suelo. Ser un inmigrante no me hace amar menos a America, al contrario, el sentido de pertenencia que ha crecido en mi es mayor.
Soy una inmigrante y no me da miedo decirlo, por eso caminé por las calles de Sintra en mis vacaciones con el look perfecto: vestido de polka dots de corte midi y mangas largas, de Massimo Dutti –es bastante fresco cuando cae la tarde–, un par de tenis blancos con lazo, de Puma, unas gafas de sol redondas, de Chanel, y mi clutch de ‘I Am An Immigrant’ de Adriana Castro.
Besos a la moda,