En un momento en el que el confinamiento y la emergencia sanitaria nos han obligado a cambiar nuestro mundo y nuestra vida tal y como la conocíamos, la sensibilidad y empatía se han estallado. Y es que como no, no solo hablamos de nuestro hogar, de nuestra familia, de nuestra ciudad o país, sino del mundo entero. Es imposible desconectarse de la situación en todo el globo, sobretodo cuando ya casi comienza la Semana Santa, un tiempo de reflexión y recogimiento que nos invita a acercarnos más que nunca a un poder superior.
Hoy más que nunca pienso en el mundo. Hoy más que nunca tengo a mi amada España y a mis amigos en el corazón.
Hoy quise hacer una nota en honor a ellos. En nombre de un verano inolvidable que disfrutamos el año pasado al lado del mar, repleto de abrazos, de brisa y de buenos tiempos. A ellos, mis amigos que se encuentran en España, confinados en sus casas pero llenos de luz, de esperanza y de sueños, estas palabras son para ustedes: todo va a estar bien y nos volveremos a ver más temprano que tarde.
Besos a la moda,
Adriana