Comencé mi nuevo año en Roma, una de mis ciudades preferidas gracias a su arte, su gente, su historia, pero sobretodo por su comida. Y es que, quién nunca ha visitado Roma seguro que sueña con ella. Es tan inspiradora que comencé a cumplir uno de mis propósitos del 2018 fácilmente: aprovechar mejor mi closet. Como fiel seguidora del movimiento del slow fashion –Es decir, crear-utilizar prendas duraderas, para toda la vida, no por algunos meses– me propuse aprovechar mejor mis prendas este año y crear looks con cosas que ya tengo, sin necesidad comprar otras que pudo llevar por algunos días. ¿El resultado? No pudo ser mejor. Los colores de Roma y su arte me llevaron hacerlo con colores y texturas que mis ojos han apreciado aquí, por eso mi cartera Vanity Case gris en piel de cocodrilo, fue la elegida.
El primer outfit fue el diurno, y lo conseguí mezclando unos pantalones de denim oscuros, un suéter de maya blanco, una chaqueta de pulmas azul navy, sneakers blancos, y mi cartera Vanity Case.
El segundo look lo ideé pensando en paseos para la tarde. Algo que puede servir para caminar por la ciudad o que si sale una cena express solo tengas que agregar un par de kitten heels y listo, voilá, estás lista. Para él utilicé el mismpo par de jeans oscuros –es más sencillo hacer la transcición de día a noche si los vaqueros son de esta tonalidad–, un suéter de punto gris, y de nuevo mi cartera Vanity Case. ¡Es perfecta!
El último look tiene notas nocturnas, tanto por las botas negras como por el abrigo gris largo cruzado. Escogí un ensamble versátil, que sirviera para cenar con amigos o para para ir por unos drinks, por eso al look de la tarde le sumé un abrigo largo cruzado en el frente en color gris y una boina a juego.
El cielo es el límite y no solo una cartera te puede sacar de aprietos, puedes jugar con todas las prendas de tu armario para reinventar looks que creías imposibles o exclusivos para alguna ocasión. ¿Tienes algunas ideas?. Espero este post te haya dado algunas.
Besos a la moda,
Adriana.