Las Jefas: mujeres valientes, empáticas, determinadas y apasionadas, que persiguen sus sueños y conocen su propósito en la vida e inspiran a otras mujeres a lograr el suyo. ¿Se te hace familiar este papel en alguna mujer cercana? A mi sí, varias.
Desde muy pequeñas tomamos a algunas mujeres como referentes para nuestra vida, por lo general son aquellas por las que sentimos una profunda admiración y son nuestro ejemplo a seguir. Esas que nos hacen -sí, hasta hoy- decir “quiero ser como ella cuando sea grande”. Las primeras siempre suelen ser nuestras madres y abuelas, pero luego vamos encontrando cada vez más nombres que se suman a la lista y de la que hacen parte personajes históricos o celebridades, el abanico es amplio. Y es que las jefas nos han acompañado en la construcción de nuestros sueños y se han convertido en la fuente de motivación que nos impulsa a creer en nosotras mismas.
Finalizando el mes de la mujer en tiempos tan inciertos como los que vivimos en la actualidad, más que nunca aprecio la importancia que han tenido las jefas en mi vida, de la misma manera, comprendo la importancia y responsabilidad que conlleva ser una.
Y es que ser mujer ha sido una lucha de siglos, y ser una jefa un trabajo de todos los días. El desarrollo personal que requerimos para transformarnos en esta figura llena de sabiduría y fortaleza, que con determinación construye su propio camino dejando huellas imborrables, es sin duda una de las tareas más complejas a las que nos enfrentamos en la vida.
Ser una jefa no se logra de la noche a la mañana, es un arduo camino lleno de obstáculos y derrotas, que finalmente no son más que peldaños que construyen nuestra escalera hacia el éxito. Es por eso que las jefas debemos ajustarnos el cinturón y seguir enfocadas en nuestro proceso, para seguir siendo fuerza para nosotras mismas y para todas.
Ahora pienso, ¿cuántas de nosotras no nos hemos enfrentado a momentos de gran dificultad en los que si no fuera por esa madre, esa amiga, esa jefa, que nos diera un pequeño empujón lleno de motivación y valentía, no estuviéramos hoy donde hemos llegado? Solo tengo un GRACIAS, así en mayúsculas, para todas esas mujeres que en momentos difíciles me recordaron de qué estoy hecha y de qué soy capaz.
De vuelta a este texto, quiero contarles que bajo este mismo pensamiento, diseñé La Jefa Belt, un cinturón hecho a mano con hebilla de cuerno y un bolsillo interior secreto. “La Jefa” está inspirada en la amistad de Plinio Apuleyo y Gabriel García Márquez, quién fue el responsable de guiarlo por el camino correcto y ponerlo “en cintura” cuando fuera necesario. Esta historia de apoyo mutuo y amistad incondicional dio vida a una pieza única en su tipo, que es el complemento final de un outfit. Ese que al ajustar la hebilla en la perfecta medida de nuestra cintura nos produce una sensación de seguridad, y que nos prepara para enfrentar el día a día.
Es gratificante ver hasta donde hemos llegado gracias a otras mujeres que inspiraron nuestras vidas, pero aún más ver como nosotras hoy inspiramos a futuras generaciones de mujeres independientes, fuertes, trabajadoras y amorosas. Hoy en tiempos de incertidumbre debemos tener la capacidad de poner “en cintura” aquellas que lo necesitan. Porque juntas lo podemos todo y sin duda alguna, eso es el verdadero empoderamiento femenino.
Besos a la moda,
Adriana.