Cartagena de Indias estuvo de fiesta para celebrar su cumpleaños 486 el pasado 1ro de junio, y no me lo quise perder por nada del mundo. Viajé a La Heroica para conmemorar su magia, su encanto y el hechizo bajo el cual nos tiene a los colombianos y al resto del mundo. ¿Cómo no? Sa vibra colonial y su oferta histórica y arquitectónica la hacen uno de los destinos favoritos para vacacionar.
Quienes ya la han visitado saben de que les hablo. Recorrer sus calles con casitas de colores y hoteles boutiques que no son más que la renovación de casas coloniales que te flechan de primer instante. Quines no, esta es una invitación abierta que se agenden y visiten los lugares con historia de los que se compone, como La Ciudad Amurallada, el Castillo de San Felipe de Barajas, el Palacio de la Inquisición, la plaza de Santo Domingo, visitar el barrio Getsemaní, Iglesias y Catedrales y otras bellezas más, que solo te ofrece esta bella ciudad junto al mar.
Pero sin lugar a dudas el mar el de los mayores atractivos turísticos de la ciudad colonial. Las Islas del Rosario, un pequeño archipiélago formado por 28 islotes que dejan al descubierto la belleza natural del Caribe colombiano. El paisaje es maravilloso. La paz y tranquilidad de encontrarte a la llegada con un mar de aguas cristalinas y que al sumergirte en él a la vista verás praderas de coral, algas marinas y múltiples colores de las especies que allí habitan.
Cartagena es alegría, color y tradición, pero también es moda y cultura. Sus calles están llenas de tiendas en las que se alberga el talento colombiano –entre mis favoritos están St. Dom, Agua de León y Territorio– así como artesanías y una oferta gastronómica envidiable. Restaurantes exquisitos, terrazas para tomar algo mientras disfrutas de música en vivo.
Su gente…Imposible no hablar sobre las palenqueras que se pasean la ciudad con trajes de colores vendiendo sus frutas o los vendedores de artesanías callejeras con sus puestos de mochilas de colores, cestos y otras bellezas. Otros sitios turísticos al aire libre que vale la pena visitar es el Portal de los Dulces, un lugar frente a la torre del reloj en donde se venden caramelos típicos de la ciudad.
Esta ciudad es súper especial para mi. Su mezcla de culturas y la herencia que carga a sus espaldas se ha convertido en fuente de inspiración para mi y para mis creaciones. Juegos de colores inspirados en sus calles y sus atardeceres se han traducido en algunas piezas importantes.
En este viaje volví a apostar por looks frescos y románticos. Volvía confiar en la aguja de mi bella Goretty Medina, con un traje amarillo mostaza que rematé con una cesta, turbante –me han enamorado, ya he sacado varios para mi línea–.y unas wedges de tejido natural.
Gracias por leer y espero que después de este post estés buscanso fecha en el calendario para visitar mi amada Cartagena.
Besos a la Moda,
Adriana