Luego de que la pasada semana Roberto Cavalli anunciara la salida de Paul Surridge, su director creativo desde 2017, una nueva estela negra rodea el futuro de la firma italiana. Hoy, sus portavoces han anunciado que la marca cerrará todas sus tiendas de Estados Unidos y procederá también a la liquidación de todas las operaciones que posee en Norteamérica. Pero esto no es del todo inesperado, sus intentos por buscar una línea de crédito con la que lograr un acuerdo con sus acreedores y no tener así que anunciar su bancarrota, era un secreto a voces.
Hasta ahora, el 90% de Cavalli pertenece a una compañía llamada Clessidra, que entró en la marca en 2015.
Roberto Cavalli posee en Estados Unidos 4 tiendas en California (entre ellas en la lujosa Rodeo Drive, en Beverly Hills), 2 en Nueva York, una en Miami, 1 en Las Vegas y 1 en Dallas, Texas. En total, la marca contaba con 93 empleados distribuidos entre ellas. Además, el presidente ejecutivo de la firma en EE UU, Salvatore Tramuto, también ha dimitido.