Luego de que las reacciones del público se volvieran virales, era necesario reseñar el por qué
La noche del Super Bowl es una de las fechas que paraliza los Estados Unidos (y a medio mundo también). No sabemos si entras en esa selección, pero estamos seguras que el show de medio tiempo es una cita que no te pierdes, ni nosotras. Este año los encargados fueron los integrantes de Maroon 5, que contaron con los raperos Travis Scott y Big Boicon para subir al escenario, y una animación de Bob Esponja, para homenajear a su creador, Stephen Hillenburg, que murió el pasado mes de noviembre a los 57 años. Sí, sabemos que suena sorprendente, sin embargo el espectáculo ha sido uno de los más criticados en los últimos tiempos y los comentarios negativos no se hicieron esperar.
Con la banda norteamericana comandando la noche ¿Qué podría salir mal? Pues varias cosas. En términos de espectáculo su presentación no fue lo esperado. Lejos de la espectacularidad y teatralidad a la que nos acostumbraron algunos de los artistas que se han encargado de este show –léase Michael Jackson, Katy Perry, Madonna, y Beyoncé, entre otros– este fue catalogado como “aburrido”. Adam Levine y su grupo de artistas interpretaron algunos éxitos del disco Songs About Jane con el que debutaron en 2002. Apostaron por Harder to Breathe, This Love y She Will Be Loved, momento en el que unas linternas de papel dibujaron en el cielo la palabra Love. Sin embargo, el mejor momento llegó a mitad de la actuación cuando un coro y un grupo de músicos con tambores se unieron a Levine para interpretar Girls Like You.
Pero el verdadero caos llegó con el final del show cuando Adam Levine interpretó Moves Like Jagger. El cantante se quitó la camisa dejando al descubierto su torso repleto de tatuajes. La escena de inmediato de convirtió en blanco de críticas, ya que recordó otro momento épico del halftime show. Fue en el año 2004, cuando Justin Timberlake dejó a Janet Jackson con un pecho al aire, lo que tuvo como consecuencia en una serie de cambios en las políticas de transmisión de la TV local. Así entonces nació la gran precunta para los cybernautas: ¿Por qué Adam Levine sí y Janet Jackson no?.