El festival musical más cool del año abrió la puerta a mi yo más boho.
Abril es el mes de los festivales musicales y Coachella, el primero y más importante de California, saluda a todos los amantes de la música y del free spirit. La cita del mes más importante entre la música y la moda, es el momento perfecto para escaparse de la rutina diaria, tres días para cantar, bailar, comer, dejarse seducir por el encanto bohemio que se respira en estos eventos, y, por qué no, arriesgarse más (estilísticamente hablando).
Quienes me conocen saben que soy más de tacones que de zapatillas de deporte, y de vestidos y cortes rectos que de flecos y carnaval, pero ha sido imposible no dejarme contagiar de la colorida magia que emiten las notas musicales de artistas como Calvin Harris, SIA, Dreamers Delight, Ex Hex, Dubfire, entre otros. De esa misma magia se llenó mi look del fin de semana.
Usé como es costumbre colores neutros, pero aposté por un mix de texturas: una mini falda de denim con bajo deshilachado, un chaleco de flecos XXL en terciopelo verde oliva, una camisa blanca estampada y los tenis Stan Smith de Adidas.
Mi boho chic look lo completó el alva mini bucket bag en piel de whipsnake de Adriana Castro, por supuesto con mis esenciales. Mi cartera en estos maratónicos días la componen el Jergens Natural Glow + Firming Daily Moisturizer, MoistureSmooth Color Stick de Neutrogena; el bloqueador multiprotector SPF50 UV PLUS Anti- Pollution, de Clarins; y mis inseparables gafas Miu Miu.
El toque final a mi estilismo lo conseguí gracias a la línea BEAUTY-FULL VOLUME de TRESemmé y a mi querido amigo Marco Peña. Usando el shampoo, el acondicionador, el mousse y el hairspray, conseguí unas ondas suaves pero con mucha textura.
¡Que siga la fiesta!
Besos a la moda,
Fotos: Nicolas Stipcianos
Pelo: Marco Peña x TRESemmé
Maquillaje: Claudia Betancur